Santo y Cumpleaños

Ya son 28 velas.

Un año más sabio.

Más errores aprendidos.

A todos mis amigos:

Muchas gracias por "aguantarme".

Risas, besos y abrazos.

Opalo de Fuego

"Engañada y traicionada

a su suerte fue abandonada.

Gerard la abrazó

y la oscuridad le envolvió.

Mitad humana, mitad vampiro

aún no sabe cúal es su sino.

La sangre es su alimento

y el sol no le supone impedimento."

(Saga de Wondus. Resumen-Historia de Drayne.)

El Meme

Recogiendo el guante que me ha arrojado Pareidolia (menos mal que no me ha dado) voy a citar 8 cosas sobre mí mismo. Como no dispongo de las reglas ni de las personas suficientes a quién enviar, sólamente me limitaré a escribirlas a continuación:

1)Soy un desastre en cuanto al orden. En mi habitación reina "La Entropia Cuártica" (que no cuántica), aunque es un caos ordenado, que yo y sólo yo entiendo, siempre y cuando nadie toque nada. Se dice que entre mis estanterías hay agujeros negros, túneles de gusano y nodos dimensionales, porque de vez en cuando desaparecen cosas, pero son sólo rumores...

2)Tengo tantos códigos éticos que a veces me pierdo yo mismo: Código ético, código de honor, código paladinóico, código vampírico... A veces creo que pertenezco a otra época, porque hoy en día...

3)Siempre me enamoro de la chica que no debo. (Sin comentarios. Si leyeran esto los que me conocen bien, esbozarían una sonrisa de "ya te dije que...")

4)Me gusta ayudar a la gente que realmente lo necesita, de forma desinteresada y altruista. Aunque a veces me he metido en muchos berenjenales. Por algo me llegaron a llamar "El Paladín de las Causas Perdidas"

5)Mi Lealtad a los amigos suele rozar la estupidez.

6)Poseo una imaginación que me desborda incluso a mí, lo digo por la facilidad de abstraerme que tengo, ja, ja, ja. A la par que buen humor, como iréis comprobando.

7)Me gusta escuchar a la gente. Por tantos motivos que me sería muy costoso citarlos todos, así que los obvio.

8)Algo curioso: Hubo una temporada que tuve un problemilla de audición y aprendí, un poco, no siempre, (depende de muchos factores) a leer los labios. ¡No os podéis imaginar las cosas de las que se entera uno!

Sardaukar.